La noticia se dio a conocer el pasado 28 de febrero tras la celebración de la sesión de la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos, órgano responsable en materia de fijación de precios de los medicamentos en España. En la sesión, se acordó no incluir cabotegravir (Apretude®) de acción prolongada y administración inyectable como profilaxis preexposición frente al VIH (PrEP). El fármaco ha demostrado ser altamente eficaz durante su desarrollo en la prevención de la transmisión del VIH incluso en poblaciones difíciles de tratar por su vulnerabilidad clínica y social.
Esta decisión ha generado una fuerte reacción entre los colectivos de salud y las organizaciones que trabajan en la prevención del virus, quienes consideran que se trata de un revés significativo en la lucha frente la epidemia en un momento crucial en su desarrollo.
Se complican objetivos 95-95-95-95 de ONUSIDA
En el contexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) se marcó unos ambiciosos objetivos que, de cumplirse para el año 2030, implicará que la epidemia de VIH dejará de ser un problema de salud pública en el país que lo consiga. Ya para ello se necesita un trabajo coordinado en el que todos los actores en la respuesta frente al VIH unen esfuerzos a través de acciones estratégicas basadas en la combinación de intervenciones biomédicas, conductiuales/educativas y estructurales –como las acciones dirigidas a acabar con el estigma y la discriminación.
Se parte de la idea de que una sola tipología de intervención no es suficiente para poner fin a la epidemia y que los logros más certeros se producirán a través de la combinación de intervenciones de las tres tipologías mencionadas. Los expertos advierten de que con esta estrategia no se erradicará la epidemia de la faz de la tierra para al menos, por primera vez, se logrará tener un mayor control disminuyendo las tasas de nuevas infecciones y el reduciendo el impacto de la enfermedad a todos los niveles.
En este sentido, resulta crucial aumentar la inversión en la respuesta y asegurar el acceso a la innovación farmacéutica que aporte valor en la respuesta. Solo así se podrán alcanzar los objetivos de ONUSIDA para 2030, meta que ahora se aleja para España al no autorizar un ‘caballo ganador’ en la respuesta frente al VIH
Motivos detrás de la no financiación
El Ministerio ha argumentado “criterios de racionalización del gasto público destinado a prestación farmacéutica e impacto presupuestario en el Sistema Nacional de Salud” para justificar la decisión. Sin embargo, expertos advierten que la inversión en prevención a largo plazo podría traducirse en menores costes para el sistema de salud, al reducir el número de nuevas infecciones y la necesidad de tratamientos crónicos para los pacientes con VIH.
Además, según el Ministerio, otro motivo que justificaría la decisión de no financiar cabotegravir inyectable como PrEP sería la existencia de medicamentos u otras alternativas terapéuticas para las mismas afecciones a menor precio o inferior coste de tratamiento. Si bien es cierto que la PrEP oral basada en tenofovir disoproxilo fumarato/emtricitabina resulta más económica –y los preservativos todavía mucho más–, no son opciones preventivas que se adapten a las necesidades de todos los potenciales usuarios.
Sin embargo, con la PrEP inyectable basada en cabotegravir se lograría satisfacer las necesidades no cubiertas en materia de prevención del VIH de determinados grupos de población en los que el uso de la PrEP oral estaría contraindicado o no recomendado. “La PrEP inyectable podría beneficiar a muchas personas que no pueden adherirse a la profilaxis oral diaria por su vulnerabilidad clínica y/o social”, comenta el Dr. Jorge Garcia, especialista en el área de VIH e ITS en el Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Vall d’Hebron y en la unidad de ITS Drassanes donde atiende a los usuarios del programa de PrEP.
El impacto en las poblaciones vulnerables
Cabotegravir de acción prolongada y administración inyectable se presenta como una solución crucial para aquellos grupos que enfrentan barreras en la adhesión a la profilaxis preexposición oral, como las personas que ejercen el trabajo sexual, personas sin hogar y migrantes en situación irregular. Al requerir solo una inyección cada dos meses, este tratamiento reduce el estigma asociado con la toma diaria de una pastilla, que a menudo es interpretado erróneamente como tratamiento para el VIH en lugar de prevención.
Raúl, nombre ficticio de un trabajador sexual procedente de Venezuela en situación administrativa irregular en España, comparte su preocupación: “Para nosotros, tomar la PrEP oral es complicado. No siempre tenemos acceso a los servicios de salud y muchas veces nos exponemos sin quererlo. Con la PrEP inyectable basada en cabotegravir, teníamos la esperanza de poder utilizar una opción preventiva que nos ofrece protección duradera por más tiempo sin tener que depender de una pastilla diaria”.
Contradicciones con las políticas nacionales y globales
A nivel internacional, organismos como ONUSIDA han insistido en la necesidad de ampliar el acceso a la PrEP inyectable para alcanzar los objetivos de control de la epidemia del VIH para el año 2030. En este contexto, la decisión del Gobierno parece contradictoria con las estrategias nacionales de respuesta al VIH, que han apostado firmemente por la ampliación de las intervenciones combinadas de prevención que incluyen el componente biomédico, conductual/educacional y estructural.
Desde el Grupo de Tratabjo sobre Tratamientos del VIH (gTt-VIJ), José Fley, coordinador de la entidad, lamenta la medida: “La decisión de no financiar cabotegravir inyectable como PrEP nos deja en una posición preocupante. En un país donde aún existen barreras al acceso a la salud para ciertos colectivos, impedir que esta opción llegue a quienes más lo necesitan podría tener graves consecuencias en la respuesta frente al VIH”.
Según este agente de salud comunitario, nunca una solicitud de financiación pública de un medicamento había tenido tanto respaldo de todas las partes implicadas en la respuesta frente al VIH. “No fue difícil respaldar la solicitud de financiación: todas las partes implicas teníamos claro que, por razones de equidad, teníamos la responsabilidad de buscar una solución para los grupos de población que quedaban excluidos de la PrEP oral” y añade: “No se trata de PrEP inyectable para todos sino PrEP inyectable para quien no tiene otras opciones. Eso reduce significativamente el coste de la intervención por lo que nos llama la atención que se utilice como argumentos para no financia el impacto presuùestario”.
Futuro incierto y posibles soluciones
Con la presión de organizaciones civiles y profesionales sanitarios, el Gobierno podría reconsiderar todavía su postura en los próximos meses, aunque las ONG lo ven muy difícil. Mientras tanto, las ONG y entidades de salud sexual piensan en soluciones alternativas para garantizar que quienes necesitan la PrEP inyectable con cabotegravir puedan acceder a él, aunque sea a través de programas de financiación privada. “No podemos devaluar el derecho a la protección de la salud convirtiéndolo en objeto de la beneficiencia”, puntualiza José Fley.
En un escenario en el que la innovación juega un papel crucial en la prevención de enfermedades, la exclusión de la PrEP inyectable de la financiación pública pone de relieve la tensión entre los costes a corto plazo y los beneficios a largo plazo de las estrategias de salud pública. La decisión final podría marcar un antes y un después en la respuesta al VIH en el país.
Fuente: Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia: Acuerdos de la Comisión Interministerial de precios de los medicamentos. Sesión 255 de 26 de febrero de 2025. Disponible en: https://www.sanidad.gob.es/areas/farmacia/precios/comisionInteministerial/acuerdosNotasInformativas/docs/ACUERDOS_CIPM_255.pdf
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